Dulce silencio en sus ojos
encendidas llamaradas,
besan los verdes hinojos
con nervaduras doradas,
y cantan los pelirrojos
en las bocas silenciadas.
Acunando sus antojos,
son rumores de cascadas,
ahogaban sus enojos
en las sombras dilatadas,
dos racimos de redrojos,
maceraban alboradas.
Conjuraban sus sonrojos
avivando madrugadas,
eran rayos infrarrojos
invadiendo sus moradas,
como ramas de melojos,
mecíanse enamoradas.
Verónica ©
15.11.10
encendidas llamaradas,
besan los verdes hinojos
con nervaduras doradas,
y cantan los pelirrojos
en las bocas silenciadas.
Acunando sus antojos,
son rumores de cascadas,
ahogaban sus enojos
en las sombras dilatadas,
dos racimos de redrojos,
maceraban alboradas.
Conjuraban sus sonrojos
avivando madrugadas,
eran rayos infrarrojos
invadiendo sus moradas,
como ramas de melojos,
mecíanse enamoradas.
Verónica ©
15.11.10