Solo, acuna la sombra de su faz
dilatada, en las paredes del cuarto,
sus ojeras, se arrastran, busca paz,
en el laberinto de su antecuarto.
No sabe de rosas, mano rapáz,
repta entre delirios con sus infartos,
ronco de clamar, con su voz faláz,
deshidratado, perece en su parto.
Serpentea su canto en los infiernos,
su alma ,se perfila ardida entre brasas ,
conjura, en el llanto de sus avernos.
Ya no más, torturas con sus inviernos,
el calor a regresado a las almas
germina el beso, de los sempiternos.
Verónica ©
26.01.11
Hace 8 meses
5 dejaron su eco:
Hola amiga hacia tanto que no te veía un poema muy profundo nostálgico peo muy agradable armónico, amigo ¿como estas? no te había leído hacia ya tiempo, espero que estés bien.
Un gran abrazo con mucho cariño que tengas un feliz domingo.
Precioso Verónica, mucha sensibilidad.
Saludos cordiales.
Qué gran placer leerte de nuevo, amiga. Te echaba de menos.
El poema es bellísimo, como siempre, escribes muy, muy lindo.
Deseo de corazón que estés bien.
Espero tu visita a mi, por ahora, última entrada pues nos vamos de vacaciones hasta septiembre.
Un abrazo grande como el mar, querida Verónica.
María
Muy bello cielo me encanto verte de nuevo
un beso
Bonito poema veronica pero no parece que sea un buen recuerdo para ti.
Tengo otro blog que se titula poemas, c reo que te gustaran lo que en él publico.
Me gustan Vivaldi y Mozart,
Muy agradecido por todo.
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