Dos jóvenes encinas hacen sombra a su lecho


Dos jóvenes encinas hacen sombra a su lecho
mientras el viento sopla sus últimos gemidos
agoniza la tarde, ella llora bajo su techo
con sus lágrimas secas, muriendo sus latidos.

Entre rosas y dalias, se duermen los helechos
la quietud se apodera y los cuervos hacen nidos
el verde y su esperanza, rebozan su maltrecho
corazón, surge el canto, en su boca sin sonidos.


La quietud y el silencio, son sombras al acecho
mas ella, conmovida, por los días vividos,
se refugia en el campo, recordando aquel hecho
matando su presente en destinos invertidos.


Mar adentro navega, ahogando su despecho
luchando día y noche por sus seres queridos
aunque camine por sendas y caminos estrechos
velará el eterno recuerdo del que se ha ido.

Verónica©

14.11.11

Caminaba en silencio, consternada,

Caminaba en silencio, consternada,


el viento estremecía la floresta
pensaba en esos tiempos de la playa
nacía el verso con su alma de poeta.

Se juraban amor en sus miradas
eran sus manos, olas inquietas
rizadas navegaban ,y se buscaban
para abrazar el candor en sus crestas.

El tiempo desvelado, no importaba,
eran dueños en las horas de su fiesta
cuando la luna aún no se marchaba
y el alba, les encontraba traviesos.

Hoy, los recuerdos, son como una llama
prenden momentos bajo las estrellas
mientras mi corazon sin las amarras
deja fluir su llanto sobre las arenas.

Verónica©

13.01.12