en la brisa, Tú nos dejas el recado,
con el brío del abrazo sin medir,
y un beso, en el céfiro acompasado.
Se deshojan los árboles de su vestir
yace la noche con su manto alado,
los astros juegan en su ir y venir
mientras el llanto brota emocionado.
Te espero cada noche, sin dormir
te espero con el llanto ya gastado
que desnuda la pena sin zurcir
y el vacío de tus manos a mi lado.
Verónica©
21.03.12